¿Qué gastos debo considerar cuando me mude de casa?
¿Ha llegado el momento en el que tanto has pensado, la mudanza está tocando a tu puerta y debes poner manos a la obra no solo para sobrevivir a los trajines relativos de los cambios, sino también a las implicaciones económicas que tiene? No te preocupes porque te damos las claves sobre lo que debes considerar al respecto.
Y es que definitivamente mudarse no es una actividad placentera aunque estrenar nueva casa sí nos pueda hacer ilusión. Al margen del esfuerzo físico que requiere meter los enseres de la vivienda en cajas y enviarlas a un nuevo lugar hay otros factores que considerar.
Cambiar el nombre en los servicios, cancelar deudas y pagos, los arreglos de la vivienda que vas a dejar, los cambios emocionales que involucra abandonar un hogar, entre muchas otras cuestiones.
Mucha gente se resiste a este cambio por todas sus implicancias y lo posterga indefinidamente o se convence de que no es lo mejor. Eventualmente tendrás que aceptarlo y actuar lo antes posible, sobre todo si la necesidad apremia. Porque la realidad es que, cuando es tiempo de mudarse, hay que hacerlo.
Mudanza y ahorro… es posible
Es una de las claves a la hora de tomar una decisión de semejante magnitud. Parece obvio pero muchas personas quizás no recuerden que, a la hora de decidir mudarse, deben tener en cuenta diversos gastos.
Empecemos por uno de los factores primordiales, los gastos inherentes antes, durante y después del proceso. Convéncete que a la hora de hacer una mudanza se puede ahorrar siguiendo algunos sencillos consejos.
1. Hazlo tú mismo
Si dispones de tiempo y realmente quieres ahorrar al hacer una mudanza lo mejor es que no lo dejes pasar más tiempo y empieces de una vez sin esperar más. Aunque si te es posible, siempre es mejor aceptar la ayuda de familiares y amigos y así obtendrás resultados más rápidamente.
Inicia haciendo un inventario. Etiqueta las cajas para poder llevar orden y agilizar el proceso a la hora de desempacar. Luego piensa en un vehículo para transportarlo. Las empresas de alquiler de furgonetas cuentan con flotas de gran capacidad. Escoge el vehículo de mayor tamaño para hacer la menos cantidad de viajes.
Monta primero los muebles y por último termina de colocar las cajas. Lo importante de todo es llevar un orden y optimizar al máximo los recursos para que no te veas en la necesidad de gastar dinero contratando personas.
2. Establece tu disponibilidad
Cuando no se dispone de tiempo o las circunstancias invitan a no hacerlo por nosotros mismos (como la mudanza de grandes muebles), lo aconsejable es dejarlo en manos de profesionales.
Aunque gastarás un poco más de lo estipulado, te ayudará a mantener el control y a ahorrar tiempo para poderte dedicar a otras labores del mismo contexto.
3. Tira lo que no necesitas
Una mudanza es una buena ocasión para hacer limpieza profunda de un montón de cosas que guardamos innecesariamente, así que aprovecha y tira todo eso que sabes que ya no vas a necesitar más.
Quizás tengas libros que puedas donar, muebles a los que alguien pueda dar otra vida o simplemente librarte del lastre acumulado durante años. A veces menos es más. Al final tendrás más espacio y libertad, y menos costos.
4. Cualquier espacio es bueno
Aprovecha el espacio interior de tus muebles para recoger cosas que no sean delicadas, tu ropa, por ejemplo, zapatos, libros, entre otros.
La mayoría de las empresas de mudanzas cobran por volumen, no por peso. Por lo que puedes ahorrar guardando muchos objetos dentro de los muebles. Resguarda todo entre cajas o bolsas y asegúrate de utilizar un sistema de cierre que impida la apertura de puertas y cajones. El ahorro de espacio es ahorro de dinero.
5. Contrata un seguro
Puede que la empresa de transporte te ofrezca un seguro de mudanzas, en este caso no lo pienses ni lo veas como un gasto. En ocasiones es mejor prevenir, además, puedes proteger los muebles, especialmente si te mudas con objetos de valor cuya reparación o sustitución podría ser muy costosa.
6. Múdate en días laborables
Los fines de semana las empresas de mudanzas y de alquiler de furgonetas suelen encarecer las tarifas. Así como los costos, en tal caso, referentes al pago de personal.
Si es tu primera mudanza porque te independizas, pon atención
Existen muchas situaciones en las que es necesario ahorrar para mudarse; no obstante, una de las más habituales, anticipadas y estresantes se refiere a la búsqueda de la independencia finalmente de tus padres para encaminarte a vivir solo por primera vez.
Sin embargo, se debe ser muy cuidadoso al momento de tomar esta decisión y encaminarse. Nadie desea ver que tras seis meses fuera de casa no tiene para cubrir los gastos y debe regresar a la casa familiar.
Por ello, es vital que te prepares adecuadamente para hacer este proceso de manera correcta la primera vez. Aumentarás las probabilidades de tener éxito si determinas de manera realista la cantidad de dinero que debes ahorrar y si modificas tu estilo de vida para poder lograrlo. Para ello también es recomendable que sigas algunos consejos.
1. Los costos de vivir solo
El alquiler es solo una parte de los gastos que deberás cubrir al vivir solo. Ten en cuenta los servicios básicos, la comida, los suministros, entre otros. Es probable que tus padres se hayan encargado de todos estos gastos en tu casa y quizás al principio te cueste entender el desembolso que ahora tendrás que hacer.
Te sugerimos que al monto que deberás cancelar de renta le añadas una recarga de 30% para que así puedas determinar el costo aproximado de tu vivienda incluyendo los servicios básicos.
Reúnete con tus amigos o familiares en las mismas condiciones que tú y pídeles que te muestren su plan de gasto mensual, así como que te pongan alerta de aquellos gastos que aún no has tomado en cuenta. Obtén información exacta, así podrás determinar de manera realista si actualmente puedes cubrir los costos incurridos al vivir solo.
2. Haz un presupuesto
Si estás listo para ser considerado un adulto demuéstralo tomándote tus gastos personales con seriedad. Es probable que elaborar un presupuesto no sea la tarea más emocionante; sin embargo, es la más esencial.
Será tan fácil como registrar tus ingresos y tus gastos mensuales. Hazlo durante unos meses como mínimo, así tendrás una noción exacta de tu presupuesto mensual. Puede ayudarte con plantillas disponibles en internet, que te ayudarán a trazarte un panorama más claro.
Sé minucioso al identificar tus gastos. No olvides incluir esos gastos que consideras mínimos como tomarte un café por la mañana, el pasaje del autobús o la gasolina, etc. Mientras mayor sea la exactitud de tus cálculos, más preparado estarás para determinar si estás o no listo para mudarte.
3. Haz un ejercicio
Adopta el hábito de colaborar en los gastos fijos de la casa de tus padres para que así vayas sintiendo la responsabilidad. Empieza por pagar los servicios básicos así desarrollarás hábitos adecuados referentes a las cuentas.
Si eres más arriesgado, planifícate y cancela la cuota de alquiler, así podrás probar tu disponibilidad de gasto y lo referente al desembolso y tiempo de acuerdo a las condiciones.
4. Perfil crediticio
Si cuentas con una mala calificación crediticia, es probable que tengas dificultades para encontrar a un arrendador de buena reputación que te alquile un departamento.
Para mejorar tu calificación crediticia, es esencial que pagues tus deudas actuales. Consigue una o más tarjetas de crédito y amortízalas por completo cada mes. Mantenerte muy por debajo de tu límite crediticio todos los meses es otro factor positivo para tu perfil bancario.
5. Define cuánto puedes gastar
Una de las maneras más evidentes de determinar si estás listo económicamente para mudarte consiste en conocer la cantidad de dinero que requerirás y cuánto puedes gastar.
Haz este ejercicio simple, divide tu ingreso bruto mensual entre tres o tu ingreso bruto anual entre cuatro. El monto que obtengas será el que podrás costear para tu alquiler y que desde antes de hacerlo podrías ir ahorrando.
Practica el hábito de ahorrar no solo para mudarte, sino también para contar con un fondo para emergencias una vez que lo hagas.
Cuando hayas establecido tu presupuesto mensual y la cantidad que tendrás que ahorrar para mudarte, busca maneras de reducir tus gastos. No gastes en lujos, solo en elementos esenciales.
6. Lleva solo lo que necesites
Lo mejor suele ser llevar solo los muebles y suministros básicos a tu primer departamento. Cuando hayas vendido, donado o desechado lo que no necesites, vuelve a empezar y deshazte de todo aquello que no sea prioridad o verifica con tus padres si puedes dejarlos por un tiempo en su casa.
En el caso de los artículos que necesitas, pero no tienes (quizás muebles, platos o ropa de cama), acude a las tiendas de objetos usados o a ventas de garaje. Tu primer departamento no tiene que lucir perfecto. Tu primera experiencia viviendo solo no se arruinará a causa de un sofá usado y platos de comida que no combinan entre sí.
Antes de mudarte, aprende a encargarte de la casa. Empieza brindándoles ayuda a tus padres con la limpieza. Aprende a cocinar. Compra libros de cocina, busca recetas en Internet será otra buena manera de ahorrar dinero si vives solo.
Con todos estos puntos ya sabrás lo que supone mudarse de casa o independizarse y estarás más preparado para ello.